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viernes, 22 de mayo de 2015

Una mirada a Morita Carrillo desde el lápiz de su poesía

                                                                                                        Yony G. Osorio G. 
                                                                                                      
                                                                                                                                                                     
Yony Osorio
La poesía de Morita Carrillo no está sola en el contexto de lo denominado literatura infantil o la dirigida a niños, jóvenes y adolescentes. Su escritura ha sido sujeta a variados análisis e inclusiones en muestras, selecciones, repertorios y antologías.
Demás está decir que entre los poetas yaracuyanos de este momento, David Figueroa Figueroa es el más dedicado y estudioso de esta especificidad literaria  destinada a los niños. Aunque parezca paradójico, lo reitero, uno de los más laboriosos y seguro exponente de este embarazoso arte, además, con criterios bien fundados. Él ha llevado sus apreciaciones en torno a la escritura de Morita Carrillo en cualquier formato comunicacional que le soliciten, como: conferencias, seminarios, jornadas, conversatorios y talleres en las escuelas. No hace mucho tiempo que este poeta presentó una ponencia sobre Morita Carrillo en el Encuentro Internacional con la Literatura Infantil y Juvenil en Venezuela en la ciudad de Valencia, estado Carabobo, evento organizado y sostenido “a Quijotazo limpio” por la constancia de la profesora y escritora Laura Antillano. En ese escenario la visión de este coterráneo mostró a una Morita que escribió desde “la memoria de la infancia”, liberada la palabra poética de excesos retóricos, una escritura desnuda y de riendas controladas en torno al abusivo uso del diminutivo. Es el candoroso y sonoro verso que encanta el oído agudizado del niño, que seduce su atención por la cuidadosa manera como nos presenta esta autora su construcción rítmica.